My name is Gonzalo, played by me, a non published author and lawyer. I find myself in a fantastic Alice in Wonderland experience when my daily, uninspired life literally begun to unravel. I was thrown into crisis, questioning the fundamental premises of my life? that the reality I had believed in about how humans are, how relationships with others should be, dating, mating and how my emotions were affecting my work isn't reality at all!

jueves, noviembre 17, 2005

SEX TALK

MARI LOLIS ISSUES
Es de mal gusto hablar de sexo con los amigos?
por Mari Lolis
Uno de mis grandes problemas es encontrar a un hombre que sea mas alto que yo, finalmente lo conocí, además: culto, escritor, tierno, guapo, simpático, agradable y educado. Honestamente no hubiera importado si el tipo resultaba ser un autentico patán, por el simple hecho de ser más alto que yo, me daba por bien servida, los adjetivos anteriores eran un extra que lo hacia el hombre más atractivo del Universo.

Platicamos de muchos temas, de nuestras metas, juraba que estaba enamorada, no podía esperar estar en la intimidad con el, volverlo loco, experimentar múltiples orgasmos, pues no tenia mas de dos semanas antes de conocerlo que había adquirido el libro:“La pareja Multiorgásmica” un libro que trata de cómo incrementar el placer en la intimidad sexual. No podía esperar estar dentro de las sabanas con él.

Una noche después de una romántica cena, lo invite a pasar a mi casa, nos besamos fuimos a la cama, mis manos deseaban practicar las enseñanzas de mi libro y cuando tocaron la materia prima estaban dispuestas a todo, cuando mi hombre de 1.90 dijo: “No traje condones”, end of romance, nos dimos un afectuoso beso seguido de un abrazo y se fue a casa. ¿Un hombre que no traía consigo condones? No le di gran importancia, yo debí de haber comprado los míos, sonó mi teléfono y me dijo que me quería, que me extrañaba, que era la mujer de su vida etc. He conocido hombres que dicen ridiculeces como esas para llevar a la mujer a la cama, son tan poco originales, este lo hacia después que pudo haberse acostado conmigo, así que me gusto aun mas. Definitivamente era el elegido, entonces decidí esperar a tener intimidad con él…por lo menos hasta el siguiente día.

Ese siguiente día de nuevo escuche el “Ooops no tengo condones” Me preocupe, tal vez la primera vez no traía consigo pues no pensó que yo me acostaría con él tan pronto, pero ¿la segunda noche? ¿Qué sucedería en la tercera? No estaba dispuesta a tomar el riesgo así que yo los compraría.

Lo invite a que conociera a mis amigos Kemi y Erick a un restaurante griego, platicamos de video escándalos, la guerra, películas y del ex de Kemi. Una tarde muy agradable donde rompimos muchos platos.

Me acompaño a mi casa, lo invite a pasar mientras me decía que se le hacia de pésimo gusto que habláramos del ex, de las intimidades. Le dije que en ningún momento habíamos hablado mal del ex de Kemi, solo habíamos dicho que era una bastardada que hubiera resultado un mocho, que necesitaba andar con una virgen porque su religión y su mamí así se lo exigían, pero el hombre disfrutaba el sexo oral como ninguno. “A eso me refiero” Grito, “Ella dijo que a el le gustaba el sexo oral, eso es de pésimo gusto”; “Kemi hizo hincapié que el disfruta que le hagan sexo oral, pero que quiere casarse con una virgen, eso es una doble moral, por no decir un machismo pobre, patético y de pena”. Le conteste.

Cambiamos el tema y platicamos de otras cosas, lo besé y dijo “No traigo condones”; “no te preocupes”, le dije tiernamente, como la heroína que tiene todo bajo control, “yo tengo” Inmediatamente se levantó del futón y dijo que una mujer comprando condones era de pésimo gusto, atravesó mi puerta con todo y sus 1.90 cms. Aunque ya no lo veía como el hombre perfecto, me preguntaba si Kemi y yo éramos unas horrorosas golfas, o ellos unos hombres con pequeña visión y grandes problemas mentales, decidí entonces inclinarme por la segunda opción, desde entonces deje de fijarme en vanalidades como la estatura para poner más atención en el tamaño y capacidad de amar de un hombre que sepa hacer el amor, o al menos darme un buen sexo.